DENGUE Y OTRAS ENFERMEDADES EMERGENTES
El dengue, que había sido erradicado a comienzos de los años 50, se ensaña de nuevo con Argentina Mientras Gobierno y oposición discuten si es necesario reconocer el brote como una 'epidemia', el mosquito transmisor sigue contagiando a miles de personas en todo el país.
Fue la epidemia más anunciada de los últimos años.Desde diciembre pasado, cuando la vecina Bolivia se convirtió en un paraíso para el mosquito transmisor del dengue, hasta obligar al gobierno del presidente Evo Morales a decretar la emergencia nacional en febrero último, los especialistas argentinos alertaban sobre el peligro de que la enfermedad se desparramara por la frontera norte del país, donde más de cinco mil personas ingresan o salen del territorio argentino cada día.
Pero el caso omiso de las autoridades nacionales y provinciales redundó en una epidemia que hoy afecta a 13 provincias y a más de 30 mil personas, según fuentes médicas, además de haber dejado por lo menos cuatro muertos, de acuerdo con los últimos datos oficiales entregados el viernes. Las cifras extraoficiales, sin embargo, hablan ya de 11 muertes.
Fumigaciones tardías llegaron a pueblos y barrios, incluso en Buenos Aires. Y el martes pasado, la ministra de Salud, Graciela Ocaña, admitió que "la enfermedad de la pobreza", como se conoce al dengue, "llegó para quedarse".
'Cuestión semántica'
Ocaña presentó ante el Senado todos los programas y planes que desde su cartera se han aplicado en los últimos años para combatir la enfermedad. Mientras la oposición pugnó para que se reconozca el carácter de "epidemia" y luego se declare la emergencia nacional, la ministra evitó avanzar sobre el tema, con el apoyo de la bancada oficialista.
"Detenerse a discutir si se está frente a una epidemia o frente a un brote epidémico es una cuestión semántica, porque la situación es grave", aseguró.
Rubén Masini es el director del hospital de Infectocontagiosos Muñiz de la capital, y asegura que desde el lunes pasado se vienen atendiendo "alrededor de 50 casos por día, importados desde el norte del país o desde Bolivia".
Un aumento "muy fuerte de casos" (en el 2007 se registraron sólo 351 en todo el país) que, según él, "se transforma prácticamente en una epidemia".
Más allá de que el Gobierno no quiera utilizar el término, la epidemia comenzó en febrero en el norte del país. Más precisamente en la empobrecida provincia de Salta, fronteriza con Bolivia.
En Tartagal, tras el desborde de un río que dejó a medio pueblo desaparecido y una decena de muertos, aparecieron los primeros casos de dengue. Días antes, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner había descubierto que el problema en Tartagal "como en el resto de la Argentina, es la pobreza estructural".
"Pudieron haber tomado prevenciones, porque cuando en Bolivia la enfermedad crecía aquí muchos médicos alertamos a las autoridades, pero no tuvimos eco", se lamenta el médico sanitarista Rúben Correa, en Salta.
Hoy, el dengue es una emergencia en el Chaco, y ya se han detectado miles de casos en las provincias de Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, Catamarca y Tucumán. Lo mismo que en La Pampa y hasta en Chubut, en La Patagonia, donde habrían aparecido casos aislados.
Además, el rebrote de esta enfermedad, que Argentina había logrado erradicar a comienzos de los años 50, aparece justo en medio de una agitada campaña electoral como un acicate al discurso de la pareja presidencial compuesta por Cristina y su esposo Néstor Kirchner (mandatario entre el 2003 y el 2007), siempre dispuesta a autoproclamarse como un agente a favor del combate contra la pobreza y la mejor distribución del ingreso.
Pero el regreso del dengue al país parece indicar que la lucha contra la pobreza se sigue perdiendo categóricamente. Es incríble sigo viendo como ningun partido politico se hace cargo de gobernar, legislar para actuar prevención. Estában todas las condiciones hace tiempo de los caldos de cultivo, ya sea para para el Dengue, hantavirus, y otras, pero parece que debe haer una epidemia para ensajar que hacer.(continuará).
Fue la epidemia más anunciada de los últimos años.Desde diciembre pasado, cuando la vecina Bolivia se convirtió en un paraíso para el mosquito transmisor del dengue, hasta obligar al gobierno del presidente Evo Morales a decretar la emergencia nacional en febrero último, los especialistas argentinos alertaban sobre el peligro de que la enfermedad se desparramara por la frontera norte del país, donde más de cinco mil personas ingresan o salen del territorio argentino cada día.
Pero el caso omiso de las autoridades nacionales y provinciales redundó en una epidemia que hoy afecta a 13 provincias y a más de 30 mil personas, según fuentes médicas, además de haber dejado por lo menos cuatro muertos, de acuerdo con los últimos datos oficiales entregados el viernes. Las cifras extraoficiales, sin embargo, hablan ya de 11 muertes.
Fumigaciones tardías llegaron a pueblos y barrios, incluso en Buenos Aires. Y el martes pasado, la ministra de Salud, Graciela Ocaña, admitió que "la enfermedad de la pobreza", como se conoce al dengue, "llegó para quedarse".
'Cuestión semántica'
Ocaña presentó ante el Senado todos los programas y planes que desde su cartera se han aplicado en los últimos años para combatir la enfermedad. Mientras la oposición pugnó para que se reconozca el carácter de "epidemia" y luego se declare la emergencia nacional, la ministra evitó avanzar sobre el tema, con el apoyo de la bancada oficialista.
"Detenerse a discutir si se está frente a una epidemia o frente a un brote epidémico es una cuestión semántica, porque la situación es grave", aseguró.
Rubén Masini es el director del hospital de Infectocontagiosos Muñiz de la capital, y asegura que desde el lunes pasado se vienen atendiendo "alrededor de 50 casos por día, importados desde el norte del país o desde Bolivia".
Un aumento "muy fuerte de casos" (en el 2007 se registraron sólo 351 en todo el país) que, según él, "se transforma prácticamente en una epidemia".
Más allá de que el Gobierno no quiera utilizar el término, la epidemia comenzó en febrero en el norte del país. Más precisamente en la empobrecida provincia de Salta, fronteriza con Bolivia.
En Tartagal, tras el desborde de un río que dejó a medio pueblo desaparecido y una decena de muertos, aparecieron los primeros casos de dengue. Días antes, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner había descubierto que el problema en Tartagal "como en el resto de la Argentina, es la pobreza estructural".
"Pudieron haber tomado prevenciones, porque cuando en Bolivia la enfermedad crecía aquí muchos médicos alertamos a las autoridades, pero no tuvimos eco", se lamenta el médico sanitarista Rúben Correa, en Salta.
Hoy, el dengue es una emergencia en el Chaco, y ya se han detectado miles de casos en las provincias de Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, Catamarca y Tucumán. Lo mismo que en La Pampa y hasta en Chubut, en La Patagonia, donde habrían aparecido casos aislados.
Además, el rebrote de esta enfermedad, que Argentina había logrado erradicar a comienzos de los años 50, aparece justo en medio de una agitada campaña electoral como un acicate al discurso de la pareja presidencial compuesta por Cristina y su esposo Néstor Kirchner (mandatario entre el 2003 y el 2007), siempre dispuesta a autoproclamarse como un agente a favor del combate contra la pobreza y la mejor distribución del ingreso.
Pero el regreso del dengue al país parece indicar que la lucha contra la pobreza se sigue perdiendo categóricamente. Es incríble sigo viendo como ningun partido politico se hace cargo de gobernar, legislar para actuar prevención. Estában todas las condiciones hace tiempo de los caldos de cultivo, ya sea para para el Dengue, hantavirus, y otras, pero parece que debe haer una epidemia para ensajar que hacer.(continuará).
Señores que nos gobiernas ha ha habido y seguirá habiendo cambios climaticos, etc.
JOSÉ VALESCORRESPONSAL DE EL TIEMPOBUENOS AIRES
JOSÉ VALESCORRESPONSAL DE EL TIEMPOBUENOS AIRES
Comentarios
CHRISSSSSSSS, EL GALÁCTICOOOOOO
UN BESO Mº JOSE.